En realidad yo creo que son nuestro oídos los que se desgastan y se vuelven resbaladizos permitiendolas avanzar sin mayor detencion y análisis hasta nuestro inconsciente, donde colapsan a largo plazo nuestras emociones (como los insultos, o los malos tratos verbales). Esto lo desarrollamos normalmente las personas para que las palabras no nos exploten en la cara y nos vengamos abajo ("es mucho mejor hacer como si nada y desplomarse en la sombra sin levantar polvo")

Aunque, tambien las bocas se desgastan de decir Te quieros (tambien llamados mentiras) o de la presión que ejercen los labios para reprimir nuestro pensamiento.